Israel police American training
The Gideons special police unit of the Israeli Police (Credit: Wikimedia commons)

De ‘Occupy’ a la ocupación: La israelización de la seguridad interior en EEUU


Uno de los primeros estudios exhaustivos sobre el entrenamiento de los funcionarios policiales locales y federales de los Estados Unidos por parte de Israel.

Por Max Blumenthal

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Nota del editor: Las erupciones de las protestas en todo el país contra las brutalidades policiales a raíz del asesinato de George Floyd nos permiten comprender mejor el entrenamiento de los agentes de policía locales a lo largo y ancho del país.

100 integrantes de los 800 efectivos que componen el Departamento de Policía de Minneapolis, participaron de una conferencia celebrada en Israel en 2012. Esto significa que al menos uno de cada ocho integrantes de ese cuerpo policial ha sido influenciado por las técnicas de un organismo de ocupación del apartheid.

El editor de “The Grayzone”, Max Blumenthal, realizó uno de los primeros estudios exhaustivos sobre la formación de los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley a nivel local y federal por parte de Israel en el siguiente artículo publicado por Al Akhbar English en 2011.


En octubre de 2011, el Departamento del Sheriff del Condado de Alameda transformó partes del campus de la Universidad de California en Berkeley en un campo de batalla urbano. El motivo: “Urban Shield 2011” (una exposición anual del equipo SWAT organizada para promover la “respuesta mutua”, la colaboración y la competición entre fuerzas de ataque policiales fuertemente militarizadas que representan a los departamentos de policía de los Estados Unidos y de otras naciones).

En ese entonces, el Departamento del Sheriff del condado de Alameda se preparaba para un inminente choque con el emergente movimiento “Occupy” que se había instalado en el centro de Oakland y que un mes más tarde probaría lo peor de su poder represivo contra los manifestantes al atacar el campamento con gases lacrimógenos y balas de goma, que decenas de heridos y a un veterano de la guerra de Iraq en estado crítico. Según la revista “Police Magazine”, una publicación especializada en asuntos policiales, ” Los organismos de seguridad que respondieron a… los manifestantes de “Occupy” en el norte de California reconocen a Urban Shield por su eficaz trabajo en equipo”.

Junto con los departamentos de policía estadounidenses en Urban Shield, además de la participación de la Yamam (una unidad de la Policía Fronteriza israelí que asegura estar especializada en operaciones “antiterroristas” pero que es más conocida por sus asesinatos extrajudiciales de líderes militantes palestinos y su largo historial de represión y abusos en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza ocupadas), Urban Shield incluia la participación de una unidad del ejército de Bahrein, la cual había aplastado un levantamiento democrático en gran parte no violento, abriendo fuego contra los lugares de concentración y arrestando a manifestantes heridos cuando intentaban ingresar a los hospitales. Si bien la participación de los soldados de Bahrein en los simulacros constituía un fenómeno novedoso, la presencia de la policía cuasi-militar israelí -cuya participación en Urban Shield no fue informada a través de los medios de comunicación estadounidenses-, constituye un inquietante reflejo muy común del panorama de seguridad en los Estados Unidos, posterior al 11 de septiembre.

La israelización del aparato de seguridad de los Estados Unidos, puesta en marcha recientemente con toda su fuerza contra el Movimiento “Occupy” de Wall Street, se ha producido a todos los niveles de las fuerzas del orden, y en ámbitos que aún se desconocen. El fenómeno ha sido documentado por partes, en reportajes ocasionales que suelen destacar las proezas de Israel en materia de seguridad nacional sin examinar el carácter problemático de trabajar con un país acusado de graves abusos contra los derechos humanos. Sin embargo, nunca ha sido objeto de un debate nacional. Y la colaboración entre los policías estadounidenses e israelíes es sólo la punta del iceberg.

Por más de 63 años, las fuerzas policiales locales han sido entrenadas en tácticas propias de Israel, para el control, despojo y ocupación de poblaciones indígenas, las cuales fueron perfeccionadas y adaptadas para vigilar los vecindarios musulmanes e inmigrantes en las ciudades de los Estados Unidos. Mientras tanto, ex oficiales militares israelíes fueron contratados para dirigir operaciones de seguridad en los aeropuertos y centros comerciales suburbanos de los Estados Unidos, generando una ola de alarmantes incidentes de utilización de perfiles raciales, intimidación e interrogatorios del FBI de personas inocentes y desprevenidas. La revelación del Departamento de Policía de Nueva York sobre el despliegue de medidas “antiterroristas” contra los manifestantes de “Occupy” que acampaban en el Parque Zuccotti del centro de Manhattan, despertó serias dudas sobre la magnitud de las tácticas inspiradas por Israel para reprimir el movimiento “Occupy” en general.

El proceso de israelificación tuvo su referente inmediato después del 11 de septiembre, cuando el pánico nacional condujo a los funcionarios de los organismos policiales federales y municipales a solicitar a las autoridades de seguridad israelíes asesoramiento y capacitación. Los lobbies estadounidenses en Israel explotaron el clima de histeria, permitiendo que varios funcionarios policiales de alto rango visitaran a Israel con todos los gastos pagos y sesiones de entrenamiento en los Estados Unidos con oficiales militares y de inteligencia israelíes. Por ahora, los jefes de policía de las principales ciudades estadounidenses no han visitado a Israel. “Israel es la Harvard del antiterrorismo”, señaló el ex jefe de la policía del Capitolio de EE.UU., Terrance W. Gainer, quien ahora es sargento de armas del Senado de EE.UU. Cathy Lanier, la Jefa de la Policía Metropolitana de Washington DC, resaltó, ” No ha habido experiencia en mi vida que tuviese un mayor impacto en mi trabajo el haber visitado Israel”. “Uno diría que es la primera línea”, dijo Barnett Jones, jefe de policía de Ann Arbor, Michigan, sobre Israel. “Estamos en una guerra mundial”.

Transformando la forma de hacer negocios

El Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional –JINSA por sus siglas en inglés- es el cerebro de la colaboración entre las fuerzas del orden estadounidenses e israelíes. Con oficinas en Jerusalén y Washington DC, JINSA es un centro de pensamiento o “Think-Tank” en lengua inglesa, conocido por sus posiciones políticas claramente neoconservadoras en torno a la política de Israel hacia los palestinos y su política de acercamiento a Irán. La junta directiva del centro se jacta de un “Quién es quién” de los ideólogos neoconservadores. Dos ex asesores de la JINSA que también fueron consultores del Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, Douglas Feith y Richard Perle, han servido en el Departamento de Defensa bajo el Presidente George W. Bush, en influyentes roles en la campaña de invasión y ocupación de Irak.

A través del Programa de Educación para las Policías –LEEP por sus siglas en inglés-, la JINSA asegura haber organizado sesiones de capacitación dirigidas a más de 9.000 agentes del orden estadounidenses a nivel federal, estatal y municipal. “Los israelíes transformaron la forma en que hacemos negocios en relación con la seguridad en el estado de New Jersey”, afirmó Richard Fuentes, Superintendente de la Policía Estatal de New Jersey, tras asistir a un periplo por Israel patrocinado por la JINSA en 2004 y a una conferencia de la JINSA posteriormente, junto con otros 435 agentes del orden público.

En 2004 y como parte del Programa de Educación para las Policías, la JINSA organizo un viaje para 14 altos funcionarios de organismos de orden público de los Estados Unidos a Israel, con el fin de recibir formación de sus homólogos. Los estadounidenses fueron entrenados en “cómo proteger grandes espacios públicos tales como centros comerciales, eventos deportivos y conciertos”, informó el sitio web de JINSA. El grupo, escoltado por el general de brigada Simón Perry, agregado policial israelí y ex funcionario del Mossad, visitó el muro que separa Israel; una parada obligatoria para los agentes de policía estadounidenses en sus viajes a Israel. “Los oficiales estadounidenses aprendieron sobre como actúa un terrorista suicida y cómo detectar signos de problemas”, según JINSA. Además, fueron entrenados en los métodos de asesinatos israelíes. “Aunque normalmente se le dice a la policía que apunte al pecho cuando dispara es porque es el objetivo más grande, los israelíes han enseñado a los oficiales estadounidenses a apuntar a la cabeza del sospechoso para evitar la detonación de cualquier explosivo atado a su torso”, informó el New York Times.

Cathy Lanier, ahora Jefa de la Policía Metropolitana de Washington DC, estuvo entre los agentes del orden que viajaron a Israel a través de la JINSA. “Estuve con las unidades de explosivos y el equipo SWAT y todas esas unidades especializadas [israelíes] de alto perfil y aprendí muchísimo”, recordó Lanier. “Hice 82 páginas de anotaciones mientras estuve allí que luego traje y utilicé para formular mucho de lo que luego sirvió para la creación y desarrollo de la unidad de terrorismo y seguridad interior en la Policía Metropolitana de DC”.

Varios de los jefes de policía que han participado en el Programa de Educación para las Policías de JINSA lo han logrado gracias a los auspicios del Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (PERF), una organización privada no gubernamental con estrechos vínculos con el Departamento de Seguridad Interior. Chuck Wexler, el director ejecutivo del PERF, se mostró tan entusiasmado con el programa que para 2005 había organizado visitas a Israel patrocinadas por el PERF, lo que permitió que varios funcionarios policiales estadounidenses de alto nivel recibieran se capacitaran con sus homólogos israelíes.

El PERF ganó notoriedad cuando Wexler confirmó que su organización coordinó redadas policiales en 16 ciudades de Estados Unidos contra los campamentos de “Occupy”. Cerca de 40 ciudades solicitaron asesoría al PERF para reprimir el movimiento “Occupy” y otras actividades multitudinarias de protesta. Wexler no respondió a mi solicitud de entrevista.

Las lecciones de Israel a Auschwitz

Además de la JINSA, la Liga Antidifamación (ADL) se ha posicionado como un importante enlace entre las fuerzas policiales americanas y el aparato de seguridad-inteligencia israelí. Aunque la ADL se presenta como un grupo judío de derechos civiles, había provocado controversia al publicar una lista negra de organizaciones que apoyan los derechos de los palestinos, y por condenar una propuesta de construir un centro comunitario islámico en el centro de Nueva York, a varias cuadras de la Zona Cero, sobre la base de que algunos opositores al proyecto tenían derecho a “posiciones que otros calificarían de irracionales o intolerantes”.

A través del curso de la Escuela de Capacitación Avanzada sobre Amenazas Extremistas y Terroristas de la ADL, más de 700 agentes del orden público de 220 organismos federales y locales, entre ellos el FBI y la CIA, han sido capacitados por la policía y los comandantes de los servicios de inteligencia israelíes. Este año, la ADL llevó a 15 oficiales de alto nivel de la policía estadounidense a Israel para recibir entrenamiento por parte del aparato de seguridad del país. Según la ADL, más de 115 directivos de las fuerzas federales, estatales y locales del orden se han sometido a sesiones de formación organizadas por la ADL en Israel desde que comenzó el programa en 2003. “Honestamente puedo decir que el entrenamiento ofrecido por ADL es sin duda el curso de entrenamiento más útil y actualizado al que he asistido”, comentó el Comisionado Adjunto Thomas Wright del Departamento de Policía de Filadelfia después de completar un programa de ADL este año. La relación de la ADL con el Departamento de Policía de Washington DC es tan acogedora que sus miembros son invitados a acompañar a los policías de DC en las patrullas de “cabalgata”.

La ADL asegura que ha formado a más de 45.000 agentes de la ley estadounidenses a través de su programa Law Enforcement and Society, (aplicación de la ley y sociedad) que “se basa en la experiencia del Holocausto para proporcionar a los profesionales de la aplicación de la ley una mayor comprensión de… su papel como protectores de la Constitución”, según el sitio web del grupo. Todos los nuevos agentes del FBI y analistas de inteligencia deben asistir al programa ADL, que se incorpora a tres programas de capacitación del FBI. Según el material de reclutamiento oficial del FBI, “todos los nuevos agentes especiales deben visitar el Museo Conmemorativo del Holocausto de los EE.UU. para ver de primera mano lo que puede suceder cuando las fuerzas del orden no protegen a los individuos”.

Combatiendo a “criminales y a terroristas”

Entre las figuras más prominentes del gobierno israelí que han influido en las prácticas de los funcionarios estadounidenses a cargo del cumplimiento de la ley se encuentra Avi Dichter, ex jefe del servicio de seguridad interna del Shin Bet de Israel y actual miembro del Parlamento, quien recientemente introdujo una ley ampliamente criticada por su talante antidemocrático. Durante la Segunda Intifada, Dichter ordenó varios bombardeos sobre zonas civiles palestinas densamente pobladas, entre ellas la del barrio de al-Daraj en Gaza, que provocaron la muerte de 15 personas inocentes, entre ellas 8 niños, y 150 heridos. “Luego de cada éxito, el único comentario era: ‘Bien, ¿quién es el siguiente?'” Dichter dijo de los asesinatos “dirigidos” que había ordenado.

A pesar de su dudoso historial en materia de derechos humanos y de su aparentemente débil visión sobre los valores democráticos, o tal vez debido a ellos, Dichter ha sido una figura clave en el fomento de la cooperación entre las fuerzas de seguridad israelíes y las fuerzas del orden estadounidenses. En 2006, mientras Dichter ocupaba el cargo de Ministro de Seguridad Pública de Israel, pronunció un discurso en Boston (Massachusetts) ante la convención anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía. Sentado al lado del Director del FBI Robert Mueller y del entonces Fiscal General Alberto González, Dichter señaló a los 10.000 agentes de policía presentes en la multitud que existía una “íntima conexión entre la lucha contra los delincuentes y la lucha contra los terroristas”. Dichter declaró que los policías estadounidenses estaban en realidad “luchando contra los crimiterroristas”. El Jerusalem Post informó que Dichter fue “recibido con una gran ovación, pues fue abrazado por Mueller, quien describió a Dichter como su mentor en las tácticas antiterroristas”.

Al año después del discurso de Dichter, él y el entonces Secretario del Departamento de Seguridad Interior Michael Chertoff firmaron un memorando conjunto en el que se comprometían a colaborar en materia de seguridad entre Estados Unidos e Israel en cuestiones que abarcaban desde la seguridad de los aeropuertos hasta la planificación de emergencias. En 2010, el Secretario de Seguridad Interior Napolitano autorizó un nuevo memorando conjunto con el Ministro de Transporte y Seguridad Vial de Israel, Israel Katz, reforzando la cooperación entre la Agencia de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos -la agencia encargada de la seguridad de los aeropuertos- y el Departamento de Seguridad de Israel. El reciente memorando conjunto también consolidaba la presencia de personal de seguridad nacional de EE.UU. en suelo israelí. “El vínculo entre los Estados Unidos e Israel nunca ha sido más fuerte”, comentó Napolitano en una reciente cumbre del AIPAC, el principal grupo de presión de los Estados Unidos en Israel, en Scottsdale, Arizona.

La unidad demográfica

La colaboración con el aparato de seguridad e inteligencia de Israel se convirtió en una prioridad para el Departamento de Policía de Nueva York después del 11 de septiembre. Apenas unos meses después de los ataques, la policía de Nueva York destinó a un funcionario de enlace permanente, financiado por los contribuyentes, a Tel Aviv. Bajo el liderazgo del Comisionado Ray Kelly, los lazos entre la NYPD e Israel se han profundizado cada vez más. Kelly emprendió su primer viaje a Israel a principios de 2009 para demostrar su apoyo al actual asalto de Israel a la Franja de Gaza, un ataque unilateral que dejó más de 1.400 residentes de Gaza muertos en tres semanas y dirigió una misión de investigación de las Naciones Unidas que llegó a la conclusión de que militares y funcionarios gubernamentales israelíes habían cometido crímenes de guerra.

Kelly retornó a Israel al año siguiente para dirigirse a la Conferencia Herziliya, una reunión anual de seguridad neoconservadora y funcionarios gubernamentales obsesionados con las supuestas “amenazas demográficas”. Después de que Kelly apareciera en el escenario, la multitud de Herziliya fue abordada por el académico pro-israelí Martin Kramer, quien afirmó que el bloqueo de Israel a Gaza estaba ayudando a reducir el número de “jóvenes superfluos en edad de combate”. Kramer añadió: “Si un estado no puede controlar a estos jóvenes, alguien tendrá que hacerlo”.

De regreso en la Ciudad de Nueva York, el Departamento de Policía de esa ciudad estableció –secretamente- una “Unidad Demográfica” destinada a espiar y monitorear las comunidades musulmanas alrededor de la ciudad.

La unidad fue desarrollada con el aporte y la intensa participación de la CIA, que aún se niega a reconocer que había designado al ex jefe de la estación del Medio Oriente dentro de los altos rangos de la división de inteligencia de la policía de Nueva York. Desde 2002, la policía de Nueva York ha enviado agentes encubiertos conocidos como ” rastrilladores” y “rastreadores de mezquitas” a librerías y restaurantes pakistaníes-estadounidenses para estimar la cólera de la comunidad por los ataques de aviones no tripulados de los Estados Unidos dentro del Pakistán, y a bares de narguile y mezquitas palestinas para detectar indicios de reclutamiento de terroristas y financiación clandestina.

“Si un rastrillador se percatase de que un cliente está leyendo literatura radical, podría hablar con el dueño de la tienda y averiguar qué es lo que podría aprender”, informó la Associated Press. “La librería, o incluso el cliente, podría ser objeto de un mayor escrutinio.”

El Impronta Israelí de la Unidad de Demografía de la Policía de Nueva York es evidente. Como dijo un ex oficial de policía a Associated Press, la Unidad de Demografía ha intentado “trazar un mapa del terreno humano de la ciudad” a través de un programa “modelado en parte sobre cómo operan las autoridades israelíes en Cisjordania”.

Compra hasta que te detengan

En el Aeropuerto Internacional Ben Gurion de Israel, el personal de seguridad tiene por norma centrarse en los pasajeros no judíos y no blancos, especialmente los árabes. Los pasajeros más acosados son los ciudadanos palestinos de Israel, quienes deben prepararse para sesiones de interrogatorio de cinco horas y registros corporales antes de volar. Aquellos que son seleccionados para un control adicional por los oficiales del Shin Bet son enviados a lo que muchos palestinos israelíes denominan el ” cuarto árabe”, donde son sometidos a sesiones de interrogatorio humillantes (la ex Secretaria de Salud y Servicios Humanos de la Casa Blanca, Donna Shalala, fue víctima de tales malos tratos durante una visita a Israel el año pasado).

A algunos palestinos se les prohíbe hablar con alguien hasta el despegue y es posible que sean amenazados por las azafatas israelíes durante el vuelo. En un caso documentado, un niño de seis meses fue despertado para un cacheo al desnudo por personal israelí del Shin Bet. Los casos de discriminación contra los árabes en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion son demasiado numerosos para detallarlos – varios incidentes ocurren a diario – pero algunos de los casos más atroces quedaron expuestos en una demanda de 2007 que la Asociación para los Derechos Civiles en Israel presentó ante el Tribunal Supremo del país.

Aunque el sistema israelí de seguridad del transporte aéreo entraña dudosos beneficios y consecuencias claramente perjudiciales para las libertades civiles, el mismo avanza silenciosa y rápidamente hacia los principales aeropuertos de los Estados Unidos. El personal de seguridad del Aeropuerto Internacional Logan de Boston ha recibido una amplia capacitación por parte del personal de inteligencia israelí, en la que ha aprendido a aplicar técnicas de elaboración de perfiles y de evaluación del comportamiento contra ciudadanos estadounidenses que fueron probadas inicialmente en palestinos. Los nuevos procedimientos comenzaron en agosto, cuando los llamados Oficiales de Detección de Comportamiento fueron colocados en colas de seguridad en la muy transitada Terminal A de Logan. Aunque los procedimientos han aumentado el estrés del viajero, al no atrapar a ningún terrorista, es probable que se extiendan a otras ciudades. “Me gustaría ver muchos más procedimientos de perfilación” en los aeropuertos estadounidenses, señaló Yossi Sheffi, analista de riesgos nacido en Israel del Centro de Transporte y Logística del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Las técnicas israelíes ahora marcan los procedimientos de seguridad en el Mall of America, un gigantesco centro comercial en Bloomington, Minnesota, que se ha convertido en una importante atracción turística. Los nuevos métodos cobraron fuerza en 2005 cuando el centro comercial contrató a un ex sargento del ejército israelí llamado Mike Rozin para dirigir una nueva unidad especial de seguridad. Rozin, quien una vez trabajó con una unidad canina en el aeropuerto Ben Gurion en Israel, instruyó a sus empleados en el Mall of America para que hicieran un perfil visual de cada comprador, examinando sus expresiones en busca de signos sospechosos. Su equipo de seguridad acosa e interroga a un promedio de 1200 compradores al año, según el Centro de Periodismo de Investigación.

Uno de las miles de personas que cayeron en la redada de Rozin fue Najam Qureshi, un vendedor de centro comercial de origen paquistaní-estadounidense, cuyo padre dejó su celular por accidente en una mesa en el patio de comidas del centro comercial. Al día siguiente del incidente, agentes del FBI aparecieron en la puerta de Qureshi para preguntarle si conocía a alguien que quisiera hacer daño a los Estados Unidos. Un veterano del ejército interrogado durante dos horas por los hombres de Rozin por grabar un vídeo dentro del centro comercial sollozaba abiertamente sobre su experiencia a los periodistas. Mientras tanto, otro hombre, Emile Khalil, fue visitado por agentes del FBI después de que la seguridad del centro comercial lo detuvo por tomar fotografías del deslumbrante templo del consumismo. “Creo que la amenaza del terrorismo en los Estados Unidos se va a convertir en una parte lamentable de la vida americana”, comentó Rozin al American Jewish World. Y mientras la amenaza persista en la mente del público, los securitocráticos israelíes como Rozin nunca tendrán que preocuparse por el próximo cheque de pago.

“Occupy” conoce la ocupación

Cuando una brigada antidisturbios del Departamento de Policía de Nueva York destruyó y desalojó el campamento de protesta ” Occupy Wall Street” en el Parque Zuccotti en el centro de Manhattan, la dirección del departamento recurrió a las tácticas antiterroristas que fueron perfeccionadas desde los atentados del 11 de septiembre. Según el New York Times, la policía de Nueva York desplegó “medidas antiterroristas” para movilizar a un gran número de policías para el ataque relámpago a Zuccotti. El uso de técnicas antiterroristas para reprimir una protesta civil vino a complementar las duras medidas policiales que pusieron en práctica en todo el país contra el movimiento nacional “Occupy”, desde disparar bombas lacrimógenas y balas de goma contra multitudes desarmadas hasta el uso de cañones de sonido LRAD contra los manifestantes.

Dada la cantidad de entrenamiento que la policía de Nueva York y tantas otras fuerzas policiales han recibido por parte del aparato de inteligencia militar de Israel, y los profusos niveles de agradecimiento que los jefes de policía estadounidenses han expresado a sus mentores israelíes, cabe preguntarse cuánto ha influido la instrucción israelí en la forma en que la policía ha procurado reprimir el movimiento de Ocupación, y cuánto aportarán a la represión policial los futuros ejemplos de protesta callejera. Lo que puede decirse con certeza es que la israelización de las fuerzas del orden estadounidenses ha intensificado el temor y la hostilidad de la policía hacia la población civil, desdibujando las líneas que separan a los manifestantes, los delincuentes y los terroristas. Como dijo Dichter, todos ellos son simplemente “crimiterroristas”.


Max Blumenthal es un periodista que ha recibido varios premios y es autor de varios libros, entre los que se encuentran los más vendidos “Republican Gomorrah”, “Goliath”, “The Fifty One Day War”, y “The Management of Savagery”. Ha escrito artículos para diversas publicaciones impresas, numerosos videoreportajes y varios documentales, entre ellos “Killing Gaza”. Blumenthal fundó The Grayzone en 2015 para poner de relieve, desde el punto de vista periodístico, el estado de guerra perpetua de los Estados Unidos y sus peligrosas repercusiones internas.