Venezuelan coup official and economist Ricardo Hausmann
Venezuelan coup official and economist Ricardo Hausmann (Photo: Center for International Development / Harvard Kennedy School)

¿Golpista venezolano Ricardo Hausmann escenificó una falsa renuncia al BID para conservar su cómodo trabajo en Harvard?


Atrapado en un conflicto de intereses con su empleador en Harvard, en septiembre pasado Ricardo Hausmann renunció públicamente a su trabajo como representante de Guaidó ante el Banco Interamericano de Desarrollo. Pero puede que nunca haya abandonado el banco. ¿Fue su renuncia un ardid?

Por Anya Parampil

Traducido por Diego Sequera

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The Grayzone ha confirmado que a casi cinco meses desde que Ricardo Hausmann anunció su renuncia de su puesto como embajador de Venezuela en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo continúa ocupando.

Haussman es el principal asesor del líder del golpe, Juan Guaidó, y el profesor de la cátedra Práctica de Economía Política Internacional Rafik Hariri de Harvard. Al parecer escenificó una falsa renuncia del BID para poder mantener su empleo en dicha universidad.

Hausmann es el miembro de mayor altura dentro de la administración paralela de Guaidó, con una trayectoria de varios puestos de alto nivel en el gobierno de Venezuela, previo a la elección presidencial de Hugo Chávez en 1998. Ha vivido en los Estados Unidos desde 1994, cuando aceptó un trabajo como el primer “Economista Jefe” del BID, antes de mudarse a Boston para incorporarse a Harvard en el 2000. En marzo de 2019, Hausmann aprovechó la oportunidad de volver al BID como el representante de Guaidó ante la institución financiera.

Curiosamente, Hausmann nunca renunció ni solicitó un permiso de ausencia no remunerada de su puesto en Harvard cuando se fue a trabajar para Guaidó. Presionado por esta periodista sobre cómo podía ocupar una posición gubernamental a tiempo completo y su trabajo académico al mismo tiempo sin comprometer su independencia, en agosto de 2019, Hausmann alegó que no cumplía “ninguna función de gobierno” en su papel ante el BID.

Al parecer, Harvard estaba en desacuerdo. Semanas después de que esta periodista realizó preguntas similares a la oficina de prensa de la universidad sobre el aparente conflicto de intereses de este profesor, Hausmann anunció su renuncia de su puesto en el BID el 26 de septiembre de 2019. Su salida del régimen paralelo de Guaidó sugería que la universidad había determinado que su chamba con el “gobierno” violó el código de ética de la universidad.

A pesar de su renuncia en septiembre, Hausmann todavía es considerado como el gobernador de Venezuela ante el BID. El banco confirmó a The Grayzone que conserva su puesto en un correo del 6 de febrero de este año.

‘Si yo hiciera algo así sería despedido’

Matías Vernengo es profesor de economía que se vio obligado a pedir un permiso no remunerado de la Universidad de Utah cuando se fue a trabajar como jefe de investigaciones en el Banco Central argentino en 2012.

“Me hubieran despedido de haber hecho algo así en la Universidad de Bucknel”, dijo Vernengo del doble juego de Hausmann.

Vernengo, que hoy en día da clases en la Universidad Bucknell, describió el código de ética de Harvard como “deliberadamente vago”. Planteó la hipótesis de que en el caso de Hausmann es probable que para la universidad haya caído en una “zona gris”. Aún así, Vernengo no estaba al tanto de un caso en el que una persona tuviera un trabajo académico a tiempo completo mientras ocupa un supuesto cargo de gobierno con igual requisito de dedicación.

“Más allá del hecho de que no puedes estar en dos lugares al mismo tiempo, existe un evidente conflicto de intereses”, explicó Vernengo. “Un puesto en el BID sería uno de dedicación exclusiva, tendría que estar en Washington DC todo el tiempo, y, por lo tanto, no existe razón para estar atado a Harvard. Y está actuando a nombre de un gobierno extranjero”.

Incluso habiendo reconocido que las universidades en los Estados Unidos “siempre le han dado cobertura a tecnócratas de derecha en Latinoamérica y otras partes”, Vernengo dijo que estaba “sorprendido de que Harvard lo haya forzado a renunciar” de buenas a primeras. La universidad debe haber llegado a la conclusión de que el profesor estaba violando su política, supuso el profesor.

En una pataleta vía WhatsApp con esta periodista en septiembre del año pasado, Hausmann insistió que no prestaba ningún servicio en una posición de gobierno real ante el BID, en esencia concediendo que el gobierno de Guaidó sólo existe de manera nominal.

“Creo que porque ustedes lo expusieron, se vieron obligados a decir ‘bueno, este no es un gobierno real’”, afirmó Vernengo. “La renuncia de Hausmann fue encubrimiento por haber sido descubierto”.

En su carta de renuncia, Hausmann deja claro que fueron sus compromisos académicos los que lo llevaron a la decisión de renunciar al BID. De acuerdo al profesor venezolano, sus recién descubiertas responsabilidades gubernamentales eran “incompatibles con sus actuales obligaciones en la Universidad de Harvard”.

Cinco meses después de su renuncia, sin embargo, Hausmann está de vuelta como representante de Venezuela ante el BID. Pero todavía no hay evidencia de que sus declaradas “obligaciones en la Universidad de Harvard” han cambiado desde que públicamente dejó el trabajo.

“Él es un sicario, eso es lo que es. Es el Pinkerton del mundo intelectual”, dijo Vernengo sobre Hausmann.

El BID viola su carta fundacional por Hausmann

Cuando Hausmann apareció en enero en el Foro Económico Mundial en Davos, fue descrito por los asistentes como un representante oficial del régimen paralelo de Juan Guaidó. Mientras que la propia aparición de Guaidó en el encuentro financiero anual fue visto como un fracaso, Hausmann tomó ventaja de la oportunidad para hacer relaciones con funcionarios de otros gobiernos.

“Durante el Foro Económico Mundial 2020 me reuní con Ricardo Hausmann, representante del presidente Juan Guaidó en el BID”, tuiteó el Ministro de Finanzas de Ecuador, Richard Martínez el 23 de enero.

Hausmann viajó a Davos junto al presidente del BID, Luis Alberto Moreno. Moreno, de nacionalidad colombiana, fue ministro de economía y embajador de su país ante los Estados Unidos, y ha sido un gran entusiasta del intento de golpe en Venezuela de la administración Trump desde el principio.

“El BID manifiesta su voluntad de trabajar con el Presidente Interino de Venezuela, Juan Guaidó, para asegurar la continuidad de nuestro apoyo al desarrollo del pueblo venezolano”, tuiteó el 23 de enero de 2019, a pocas horas de Guaidó autojuramentarse como presidente autoproclamado.

Al parecer, el tuit violó la carta fundacional del BID que estipula que “el Banco, sus oficiales y empleados no interferirán en los asuntos políticos de ninguno de sus miembros”.

Pero, para Moreno, los principios centrales de la institución que representa fueron una preocupación secundaria.

Durante un evento del think tank Atlantic Council, el presidente del BID recordó el emocionante momento cuando supo de la autoproclamanda presidencia de Guaidó. Fue de nuevo en Davos, pero esta vez en 2019. Al principio, le preguntó a su equipo legal para que preparara una opinión en relación a la noticia. Pero luego, “después de un segundo whisky y leyendo dos páginas del concepto legal”, recuerda Moreno, “dije, ‘tonterías, Venezuela necesita un cambio’… así que le di send al tuit”.

Después de una rápida empinada de codo, el líder del BID estaba más que listo para lanzar las reglas por la ventana y le dio paso a Hausmann por la puerta principal.

Un tercer conflicto de intereses para un doble cara

The Grayzone contactó al BID el 27 de enero para averiguar sobre el estatus de Hausmann en el banco; si todavía estaba anotado como el embajador de Guaidó en su portal web.

¿El profesor era todavía el representante oficial del gobierno paralelo de Guaidó? Y, de ser así, ¿por qué renunció al banco hacía cinco meses?

The Grayzone le suministró al BID una nota de Associated Press que reportaba la renuncia de Hausmann el 27 de septiembre de 2019.

AP Ricardo Hausmann IDB

Tras una semana de silencio, el Centro de Información Pública del BID respondió: “El señor Ricardo Hausmann es el actual Gobernador de Venezuela [ante la institución]”.

Horas antes de que el BID le informara a The Grayzone que Hausmann todavía representaba a Venezuela ante el banco, la cuenta oficial de Twitter de la oficina presidencial de El Salvador anunció que el presidente del país, Nayib Bukele, también había designado a Hausmann como asesor principal.

Tal como reportó The Grayzone con anterioridad, el profesor también opera una consultoría privada, Ricardo Hausmann Consulting, que le ha permitido el encubrir pagos que ha recibido a lo largo de los años de otros clientes corporativos y gubernamentales.

“No se puede estar en tres lugares distintos de la misma cosa”, explicó Vernengo. “Del lado gubernamental con Venezuela, del lado de la consultoría con las corporaciones, y otros gobiernos que pudieran tener intereses en los negocios venezolanos, mientras también realizas investigaciones en Harvard”.

Para esclarecer el elaborado conflicto de intereses de Hausmann, Vernengo hizo referencia al ejemplo del profesor de la Universidad de Columbia Frederick Mishkin, quien notoriamente co-escribió un informe titulado “La estabilidad financiera de Islandia” en 2006.

A menos de un año del crack de la economía islandesa, facilitando la peor crisis financiera de ese país desde la Gran Depresión, el profesor Mishkin predijo que “la probabilidad de un colapso financiero es muy baja”. Trascendió que la Cámara de Comercio de Islandia le había pagado 124 mil dólares para realizar el informe.

Tras el desplome, Mishkin modificó el título del documento a “La inestabilidad financiera de Islandia” en su currículum y no reveló el pago que había recibido del gobierno islandés.

Sorprendentemente, a pesar de lo que parecía haber sido un acto evidente de corrupción académica, el profesor Mishkin conservó su trabajo en la Universidad de Columbia.

Hausmann no ha respondido a las preguntas que le realizó The Grayzone sobre si Harvard le exigió la renuncia del BID en septiembre. Al Harvard tampoco haber respondido a las averiguaciones de esta periodista, no queda claro si la universidad está al tanto de que regresó a ser el representante ante el banco.

La lógica detrás del inusual doble juego de Hausmann como funcionario del gobierno paralelo venezolano y como asesor presidencial salvadoreño es otro misterio.

“La economía es una profesión terrible; 99.9 por ciento de los economistas no tienen problema con este tipo de cosas [que está haciendo Hausmann]”, dijo Vernengo de sus colegas. “Creen que está bien jugar para ambas partes… somos sicarios. La mayoría de los economistas son sicarios y los estándares éticos son muy bajos”.

De acuerdo al economista, la aparente conducta anti-ética de Hausmann no sólo es sintomática de su campo, sino de la corrupción de las instituciones académicas en su conjunto.

“Las universidades son cómplices de esto, particularmente las prestigiosas”, subrayó Vernengo. “Un tipo como Hausmann le presta su autoridad a un golpe en Venezuela. Es el mismo papel que el economista Milton Friedman desempeñó en el golpe de Pinochet” en 1973.

“Probablemente a Harvard no le importa. Es parte del problema”, concluyó. “Desde hace mucho tiempo las universidades han apoyado este tipo de juego. Y Hausmann no sólo está tomando el prestigio de Harvard, también está recibiendo una compensación que proviene de estar ahí”.

Mientras el gobierno impostor de Guaidó es cada vez más objeto de burla internacional, Hausmann se ríe camino al banco.


Esta traducción fue realizada por Diego Sequera de Misión Verdad.